jueves, 13 de septiembre de 2012

Inexistencia de uno sobre dos.

Una ráfaga de viento rompía la simetría que había entre los árboles de aquel lugar alejado del mundo.
Los suaves roces de los susurros del aire fueron lentamente formando un cuerpo, las hojas de los árboles comenzaron a alejarse de sus ramas, todo para ir creando un vestido alrededor de la misma silueta.
-¿Por qué me esta pasando esto?- su cabello crecía cada vez más, a la vez que se marcaba con mayor claridad. -¿por qué no puedo alejarme?- su voz era como la nota más hermosa creada por un violín la cual pertenecía a la tonada más triste jamás escuchada.
El lugar alejado del mundo comenzó a teñirse de colores ante sus ojos, los sonidos inundaron lentamente sus oídos, nuevamente regresaba al mundo de los vivos, ajeno al suyo propio.
-¡¡NO QUIERO REGRESAR!!- quería luchar, luchaba porque su cuerpo no se formase, luchaba porque el aire volviera a desaparecer su existencia extremidad por extremidad. No quería volver a sentir la humedad debajo de sus pies, ni la corriente de seres por sus venas.
El fondo de su propio paisaje se fue quebrantando poco a poco, se alejaba, moría para volver a vivir. Y no lo quería, no lo anhelaba, lo odiaba.
-¡¡NO ME LLAMES DE NUEVO!!- los árboles quedaron olvidados, los rayos del apagado sol se extinguieron, ya no se encontraba en su hogar, se encontraba ahora en una habitación completamente blanca.
-¡¡NO QUIERO VOLVER!!- llevó sus manos a su cabeza, odiaba ese lugar, esa sensación, la realidad. Intentaba con la presión detener ese ataque de locura, de ansiedad... de impotencia. -¡No quiero!- guiada por sus impulsos comenzó a golpear cada una de las paredes tiñiendolas de rojo carmín.
-¡QUE SALGA DE MÍ!- la sangre que comenzaba a darle color a su cuerpo transparente, ahora adornaba las blanquecinas paredes -¡Yo no los quiero, no la necesito!- sus cabellos largos rodearon su cuello y muñecas, ejerciendo fuerza en las mismas para detenerla de su acto.
Pronto, dentro de la habitación ya no había solo vacío, las ventanas se abrieron paso dentro de la nada, la puerta comenzó a absorver la sangre rechazada, para tomar más color. Una cama se formo gracias al polvo que se apodero del cuarto, todo poco a poco adoptaba forma.
-yo...yo no... no lo quiero- lágrimas inexistentes salieron de sus ojos, no quería regresar, no quería volver a respirar, a sentir, quería quedar en el olvido.
"Te extraño". Un llamado la obligó a detener cualquier acción, la imagen se volvía más nítida, un cuerpo, uno que ella conocía bastante bien; se encontraba sobre la cama recién creada.
-¿Por qué me llamaste?- posó su mirada en el cuerpo de aquel que alguna vez fue su mundo- yo no quería volver- el color marcó su cuerpo, la temperatura regreso, la vida corría por ella- idiota.
El sonido de una máquina termino con el silencio, los tubos hasta ese momento logró notarlos.
-Te di mi cuerpo, mi sangre, mis órganos, mis sentimientos; ¿por qué los desperdicias?
"Te extraño". Ahora lo sabía, ese llamado provenía de él, no quería volver a verlo por que vivía en ella, él vivía en su cuerpo, ella había destrozado su mente para que él tomará el control.
-No te daré gusto- una de sus manos entro en la cabeza de su propio cuerpo,el cual ya no le pertenecía-quiero permanecer dormida y en mi propio universo- detuvo su mano de golpe al sentirse observada.
-Lo siento- agradeció que la máscara de oxígeno no le permitiera hablar, de un solo movimiento logró hacerse con un pedazo del cerebro-pero no pienso dejar que mi esfuerzo sea en vano- y de nuevo lo sintió, el frío apoderándose de ella, la quietud dentro de su cuerpo.
-Te di mi cuerpo, te pido que lo cuides, te di mi sangre, no al desperdicies, te di mis órganos, no los mates, te di mis sentimientos, no los olvides; pero el cerebro que gobierna ahora este caparazón desaparecerá, únicamente quedará el tuyo, no me recordarás y no quiero que lo hagas, permaneceré en mi propio olvido, dentro de tu propio abismo.
Su cuerpo lentamente comenzó a desaparecer, nuevamente se alejaba de su amado, pero era lo mejor ya que ella lo cuidaría desde su verdadera existencia... siempre le seguiría pues ella era ahora; parte del aire.

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